En la lucha contra la COVID-19, los y las profesionales de la enfermería han sido uno de los grupos más expuestos y sin duda, su trabajo se ha demostrado absolutamente clave.
Hablamos con Ana Chaves López, enfermera desde el año 2013, coordinadora de enfermería del Centro de Salud y responsable de la gestión del proceso de vacunación en nuestro municipio.
P. Empecemos por el final. ¿Cuántas dosis de vacunas contra la COVID habéis administrado desde el Centro de Salud?
R. En estos momentos alcanzamos las 18.000 dosis. Unas 9.000 personas con pauta completa.
P. Difícil de imaginar en enero cuando empezó un proceso de vacunación incierto y complicado.
R. Así es. Las condiciones de las propias vacunas, su preparación, su conservación, el hecho de ser una pauta doble... hacían todo el proceso realmente complejo, pero la verdad es que la llegada de las vacunas fue un momento de gran emoción. Por fin empezábamos a ganarle la partida al virus.
P. Después de casi un año de muchísimas dificultades.
R. Muchas. Para el personal sanitario ha sido un enorme desafio. Por una parte, hemos sentido un gran orgullo haciendo nuestro trabajo: cuidar la salud de las personas. Pero por otro lado, hemos tenido grandes dificultades que van desde la inicial falta de información y recursos al auténtico miedo a contagiar a nuestros seres queridos, a nuestros padres... Todo el mundo sentía nervios. Por ejemplo, subió muchísimo la atención domiciliaria a personas mayores que necesitaban tratamientos rutinarios pero que no querían salir de casa. Para nosotras era una enorme presión ir de casa en casa con el peligro de contagiarte y, sobretodo, de contagiar.
P. Hasta que llegaron las vacunas...
R. Ahí cambió todo. Me acuerdo de muchos nervios en el momento de preparar las primeras dosis. Me había estudiado en mi casa toda la documentación y hasta preparé un manual para mis compañeras. Abrir aquella primera caja de vacunas fue un momento de muchísima emoción. Todo el personal del Centro estaba allí.
P. Y arrancó un proceso de vacunación histórico.
R. A principio de año ya se había vacunado a las personas en residencias y las primeras dosis que llegaron al Centro de Salud, fueron, como marca la normativa, para el personal del propio Centro. A partir de ahí empezamos a vacunar a las personas más mayores. Algunos pudieron venir al centro pero para la mayoría hubo que ir a sus casas. Cada tarde me llevaba a mi casa la lista de las personas a vacunar y con el Google Maps organizaba las rutas para vacunar lo más rápidamente posible.
P. Después llegó la vacunación en el Centro de Mayores
R. Primero nuestro personal fue a Torrent, doblando turnos en jornada maratonianas, más tarde, la Conselleria decidió habilitar puntos en pueblos más pequeños y, el Ayuntamiento facilitó las instalaciones y habilitó recursos como carpas o conexión a internet y a partir de ahí, la Generalitat empezó a citar en el Centro de Mayores.
P. ¿Cómo reaccionaba la gente?
R. Con muchísima emoción y mucho agradecimiento. Especialmente las personas mayores que son quienes peor lo pasaron pero también gente más joven. Se notaba el alivio en todas las miradas.
P. ¿Cómo fue el trabajo en esa fase tan importante?
R. De mucho estrés. Cuando alguien no se presentaba tenías unas pocas horas para aprovechar esa vacuna porque una vez preparadas solo duran seis horas. Hubo que tirar muchísimo de teléfono y ahí tengo que decir que la colaboración de vecinos y vecinas fue excelente. A día de hoy no hemos tirado a la basura ni una dosis de vacuna. Llamabas y te decían “llego en cinco minutos”. Todo un alivio porque desechar vacunas es algo que, como enfermeras, nos resulta inaceptable.
P. ¿No hubieron quejas?
R. Solo aquellas relacionadas con el tipo de vacuna. Toda la información, o más bien desinformación, sobre las vacunas hizo que algunas personas se quejaran porque les tocara un determinado tipo.
P. ¿Os constan problemas con las vacunas, reacciones adversas?
R. Básicamente los típicos episodios de fiebre o malestar general. Las vacunas son seguras y sus resultados son evidentes. Solo hay que pensar que todo el personal del Centro de Salud estamos vacunados. Hay que confiar en la ciencia y en la medicina. Así de sencillo y así de importante.
P. ¿Cual es la situación actual?
R. En estos momentos estamos vacunando a las personas que lo solicitan (gente que no pudo vacunarse, gente que se ha “repensado” el no vacunarse...) y, principalmente a los niños y niñas que van cumpliendo los 12 años a los que citamos, casi, casi, la misma semana de su cumpleaños.
También es muy importante el trabajo de control de la enfermedad con la realización de pruebas de antígenos y PCR a las personas sospechosas de contagio.
En ese sentido me gustaría hacer un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad. Hemos avanzado muchísimo, en apenas 18 meses hemos pasado de lo peor de la enfermedad a tener vacunada a casi el 80% de la población. Pero hay que seguir con cuidado. Las mínimas medidas de precaución continuan siendo imprescindible porque el virus sigue ahí y ni todo el mundo está vacunado ni las vacunas son infalibles. Es responsabilidad de todos y todas seguir aportando nuestro esfuerzo en la lucha contra el virus.